CAPELLA Juan Ram n
Editorial Trotta, 1999 (161 págs.).
Reseña a cargo de José Luis Martín Moreno
El autor, entre otras obras, de Fruta prohibida (1997); Grandes esperanzas. Ensayos de análisis político (1996) y Las sombras del sistema constitucional español (2003), hoy catedrático de Filosofía del Derecho en la Universidad de Barcelona, publicó en1999, con la editorial Trotta, el libro que ahora se comenta.
En los seis capítulos que componen la obra, Juan Ramón Capella aborda cuestiones como las nociones epistemológicas básicas, refiriéndose al saber científico y al discurso metacientífico, a la valoración y a la argumentación.
Señalado el caso especial del saber social, el capítulo II se introduce en el objeto y perspectiva del análisisjurídico, aludiendo a los “juegos jurídicos” y al “juego jurídico normativo” en particular (en sentido metafórico, claro está), como también al dictado de normas jurídicas y momentos hermenéuticos, deteniéndose, entre otros aspectos, en el punto de vista lingüístico, en los modos de usar el lenguaje y en el lenguaje directivo de las reglas. Así se llega a los capítulos III, dedicado a las normas ya sus elementos formales, y IV, en el que se trata la especificidad de las normas jurídicas (autoridad jurídica, sanciones del Derecho; relaciones entre normas y hechos; validez, vigencia, aplicabilidad jurídica, y conceptos tales como derecho, deber, nulidad y anulabilidad.
El capítulo V se dedica a lo que el autor denomina “cuerpo de las normas jurídicas y organización (jerarquía, especialidad,cronología, antinomias, lagunas, ambigüedades del Derecho y heterointegración del ordenamiento). Por último, el capítulo VI, titulado por el autor “juegos jurídicos metanormativos” (en el sentido de técnicas o mecanismos), lleva, entre otras, a una cuestión tan fundamental como el juego jurisdiccional y la hermenéutica jurídica. Se analizan en este capítulo temas tan relevantes como laproblemática de la reconstrucción de los hechos, la selección de normativa aplicable y su interpretación; el denominado “selector doxológico” en el juego jurisdiccional y la Justicia política, con la introducción de normas excepcionales o criterios políticos de oportunidad.
Una temática tan amplia como la tratada nos deja en ocasiones con la miel en los labios, ante las perspectivas de profundización queabre el propio autor, sabiendo que no pueden ser completadas, ni esa es su pretensión. En efecto, se trata, como confiesa su propio autor en la presentación, de un libro con propósitos más didácticos que teoréticos. Sin embargo, tal planteamiento, que “lleva a evitar las discusiones propias de los especialistas, aunque se alude a ellas cuando no hay más remedio”, no está, ni mucho menos, reñido conla claridad de ideas y el preciso manejo de conceptos del que hace gala Juan Ramón Capella.
Precisamente por ello, el libro es recomendable no sólo para los estudiantes que aprenden Derecho en nuestras Facultades o fuera de ellas, sino también para quienes, a nuestro pesar, lo practicamos como náufragos en un mar embravecido, como soldados en campaña que se han propuesto sobrevivir frente a lasembestidas del enemigo. Verdad es que nos proponemos no ser engullidos por las fauces de una gigantesca criatura que, día a día, es alimentada por las páginas del DOUE, BOE y demás Boletines Oficiales de nuestro universo jurídico.
Sin apenas tiempo para la reflexión, para meditar sobre cómo acercarnos a nuestro objeto de conocimiento, cómo configurar las normas y analizar y aplicar el Derecho;cansados y desbordados en estos tiempos de prisas continuas se agradece que en 161 páginas se aborden, con la perspectiva refrescante del filósofo del Derecho, cuestiones de gran interés para la producción y hermenéutica jurídica. Para esa reflexión que tanto necesitamos sirven las siguientes ideas de Juan Ramón Capella: “Hay momentos del hacer científico, como se verá, que se agotan en...
Regístrate para leer el documento completo.