Biografia de chiara luce badano
Chiara (Clara) de nombre y de facto, con ojos límpidos y grandes, con susonrisa dulce y comunicativa, inteligente y volitiva, vivaz, alegre y deportista, es educada por su mamá a través las parábolas del Evangelio en hablar con Jesús y a decirle«siempre sí».
Ella es sana, ama la naturaleza y el juego, pero se distingue en ella, desde niña, el amor hacia los «últimos», que cubre de cuidados y de servicios, muchas veces renunciando a momentos de distracciones. Desde sujardín de infancia mete sus ahorros en una cajita para sus «negritos»; ella soñará, después, poder irse a África como médico para curar a aquellos muchachitos.
Chiara es una muchachita normal, pero con algo más: ama apasionadamente; es dócil a la gracia y al designio de Dios sobre ella, que irá desarrollándose poco a poco.
De sus cuadernos de los primeros años de las escuelas primarias setransparenta la alegría y asombro en descubrir la vida: es una niña feliz.
En el día de su primera Comunión recibe como presente el libro de los Evangelios. Será para ella un «magnifico libro» y «un extraordinario mensaje»; y afirmará: «Como para mi es fácil aprender el alfabeto, así debe de ser para vivir el Evangelio también!».
Cuando Chiara tiene 9 años entra como Gen en el Movimiento de losFocolares y poco a poco involucra también a sus padres. Desde entonces su vida será siempre toda en subida, procurando «poner Dios en el primer lugar».
Continua sus estudios hasta el instituto de segunda enseñanza clásica, cuando inesperadamente, a los 17 años un dolor lacerante en el hombro izquierdo revela entre exámenes e inútiles operaciones un osteosarcoma, iniciándose así un calvario quedurará alrededor de tres años. después de conocer el diagnóstico, Chiara no llora, no se revela: pronto se queda enfrascada en silencio, pero, después de solo 25 minutos, de sus labios sale el si à la voluntad de Dios. Ella repetirá muchas veces: «Si lo quieres tu, Jesús, lo quiero yo también».
No pierde su sonrisa luminosa; junto con sus padres, enfrenta curas muy dolorosas y arrastra en el mismoAmor a todos aquellos que se acercan a ella.
Rechaza la morfina porque le quita la lucidez mental, y dona todo por la Iglesia, los jóvenes, las personas que no creen, el Movimiento, las misiones ..., quedándose serena y fuerte, convencida que «el dolor abrazado hace libre». Repite siempre: «No tengo nada más, pero tengo aún mi corazón y con él puedo siempre amar».
La habitación, en el hospitalde Turín y en su casa, es un lugar de encuentro, de apostolado, de unidad: es su templo. También los médicos, a veces no muy practicantes, se quedan turbados por la paz que le flota alrededor, y algunos se acercan a Dios. Ellos se sentían “atraídos como si tuviese un imán” y todavía hoy en día se acuerdan de ella, hablan de ella y la invocan.
A su mamá que le pregunta si sufre mucho responde:«Jesús me quita las manchas con lejía, también en los puntitos negros y la lejía quema. Así cuando llegué al Paraíso estaré más blanca que la nieve». Ella está convencida del amor de Díos para con ella y afirma, de hecho: «Dios me ama inmensamente», y lo confirma con fuerza, a pesar de ser torturada por los dolores: «Sin embargo es verdad: Dios me quiere !». Después de una noche tortuosa llegará adecir: «Yo sufría mucho, pero mi alma cantaba....».
A los amigos que van visitarla pensando en confortarla, vuelven a sus casas confortados ellos mismos, poco antes de irse hasta el Cielo dirá: «... Vosotros no podéis imaginar cual es mi relación ahora con Jesús ... Percibo que Dios me pide algo más, más grande. Tal vez yo podría quedarme en esta cama durante años enteros, no lo se. A mi...
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