Barroco
Un gran poeta barroco, aunque no propiamente gongorino, es ya Bernardo deBalbuena (1561-1627), un poeta épico y lírico, de origen español, cuyos primeros éxitos tuvieron lugar en México y que falleció siendo obispo de Puerto Rico. Por aquellos mismos años, destaca el consiliario de la Univ. mexicana Francisco Bramón (n. en México y m. después de 1654), autor de una tediosa novela pastoril con simbología religiosa, Los sirgueros de la Virgen sin original pecado (1620),que incluye una pequeña pieza dramática titulada Auto del triunfo de la Virgen y gozo mexicano, que se imagina representada por los propios personajes de la ficción. Fray Miguel de Guevara (primera mitad del s. xvii), fraile agustino de la provincia de Michoacán, fue durante algún tiempo considerado autor del soneto que comienza «No me mueve, mi Dios, para quererte...», también atribuido a S.Francisco Javier y a S. Teresa de Jesús. Insólito es el caso del mestizo Fernando de Alva Ixtlilxóchitl (n. y m. en Texcoco, entre 1568 y 1648), historiador de los chichimecas y traductor al castellano de varias poesías en náhuatl (v. AZTECAS III). Aunque la versión es mucho más una recreación de temas que una fiel traslación, Alva sigue siendo la avanzadilla de un interés que solamente resucitarán, enlos albores del Romanticismo, Mariano Melgar (1791-1815) en Perú y José Joaquín Pesado (1801-61) en México.
La influencia avasalladora de Góngora, mezclada a veces con la de Quevedo, se percibe frecuentemente en los autores que concurren a las justas poéticas de estos años; así en Luis de Sandoval y Zapata (que trabaja entre 1645 y 1655); el jesuita Matías Bocanegra (1612-68), que esademás autor dramático; el obispo de Puebla, Juan de Palafox y Mendoza (1600-59), autor de obras ascéticas y etnológicas y de la bella novela religiosopastoril El pastor de Nochebuena (1644); Diego de Ribera y Agustín. de Salazar y Torres (1642-75). Por encima de todos los citados, destacó Juana Inés de la Cruz (v.), la monja mexicana a la que sus admirados compatriotas llamaron «la décima musa». Elúltimo autor barroco importante en el virreinato es Carlos Sigüenza y Góngora (1645-1700), matemático, cosmógrafo, historiador y poeta, que fue sacerdote jesuita hasta 1667. Entusiasta de su homónimo español, Sigüenza fue una notable inteligencia de ambiciones universales y un esforzado paladín del racionalismo (era asiduo lector de Descartes), como demostró en la famosa polémica que mantuvo con elpadre Kino, a propósito de la naturaleza de los cometas. Como poeta fue extraordinariamente culterano y estuvo encargado de recopilar varias antologías entre las que destacan Glorias de Querétaro (1680) y Triunfo parténico (1683), en las que abundan los poemas con su firma. Pueden añadirse Primavera indiana, poema primerizo dedicado a la Virgen de Guadalupe, y Oriental planeta evangélico (1688),pintoresco título de un poema panegírico dedicado a S. Francisco Javier, además de obras en prosa entre las que destaca el entretenido relato de naufragios Infortunios de Alonso Ramírez (1690).
El b. perduró a lo largo de todo el s. XVIII sin nombres importantes: así, Francisco Ruiz de León (n. 1683), Joaquín Velázquez de Cárdenas (1732-86), etc.
La poesía barroca en el virreinato delPerú. A lo largo de todo el s. XVII, el Perú fue la más culta y rica de las colonias españolas en América; y Lima, la capital criolla, la ciudad donde los propios virreyes cultivaron la poesía, auspiciaron desde 1609 representaciones de Lope y de Calderón y patrocinaron brillantes cortes literarias: así, el marqués de Montesclaros entre 1607 y 1615, el príncipe de Esquilache entre 1615 y 1621,...
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