Antología poetica de los siglos de oro
1. Garcilaso de la Vega, “En tanto que de rosa y azucena”
2. Garcilaso de la Vega, “Si de mi baja lira”
3. Garcilaso de la Vega, “Escrito está en mi alma vuestro gesto”
4. Garcilaso de la Vega, “¡Oh dulces prendas por mi mal halladas”
5. Fray Luis de León, “¡Qué descansada vida…”
6. Fray Luis de León, “Recoge ya en el seno”
7. Fray Luis de León, “Alma región luciente”8. San Juan de la Cruz, “Noche oscura”
9. San Juan de la Cruz, “Llama de amor viva”
10. San Juan de la Cruz, “Tras de un amoroso lance”
11. Luis de Góngora, “La más bella niña / de nuestro lugar”
12. Luis de Góngora, “Ándeme yo caliente y ríase la gente”
13. Luis de Góngora, “Amarrado al duro banco de una galera turquesca”
14. Luis de Góngora, “Soledad primera”, 1-61
15. Luis de Góngora,“Prisión del nácar era articulado”
16. Lope de Vega, “Mira, Zaide, que te aviso”
17. Lope de Vega, “Suelta mi manso, mayoral extraño”
18. Lope de Vega, “Ir y quedarse y, con quedar, partirse”
19. Lope de Vega, “¿Qué tengo yo que mi amistad procuras?”
20. Lope de Vega, “Un soneto me manda hacer Violante”
21. Francisco de Quevedo, “Érase un hombre a una nariz pegado”
22. Francisco de Quevedo,“¡Fue sueño ayer; mañana será tierra!”
23. Francisco de Quevedo, “Madre, yo al oro me humillo”
24. Francisco de Quevedo, “Si eres campana, ¿dónde está el badajo?”
25. Francisco de Quevedo, “Miré los muros de la patria mía”
1. Garcilaso de la Vega, “En tanto que de rosa y azucena” (Soneto XXIII)
En tanto que de rosa y azucena
se muestra la color en vuestro gesto,
y que vuestro mirar ardiente,honesto,
enciende al corazón y lo refrena;
y en tanto que el cabello, que en la vena
del oro se escogió, con vuelo presto,
por el hermoso cuello blanco, enhiesto,
el viento mueve, esparce y desordena:
coged de vuestra alegre primavera
el dulce fruto, antes que el tiempo airado
cubra de nieve la hermosa cumbre.
Marchitará la rosa el viento helado,
todo lo mudará la edad ligera
por nohacer mudanza en su costumbre.
2. Garcilaso de la Vega, “Si de mi baja lira” (Oda a la flor del Gnido)
Si de mi baja lira
tanto pudiese el son que en un momento
aplacase la ira
del animoso viento
y la furia del mar y el movimiento;
y en ásperas montañas
con el süave canto enterneciese
las fieras alimañas,
los árboles moviese
y al son confusamente los trujiese,
no pienses que cantadosería de mí, hermosa flor de Gnido,
el fiero Marte airado,
a muerte convertido,
de polvo y sangre y de sudor teñido;
ni aquellos capitanes
en las sublimes ruedas colocados,
por quien los alemanes,
el fiero cuello atados,
y los franceses van domesticados;
mas solamente aquella
fuerza de tu beldad sería cantada,
y alguna vez con ella
también sería notada
el aspereza de que estás armada:
ycómo por ti sola,
y por tu gran valor y hermosura
convertido en vïola,
llora su desventura
el miserable amante en tu figura.
Hablo de aquel cativo,
de quien tener se debe más cuidado,
que está muriendo vivo,
al remo condenado,
en la concha de Venus amarrado.
Por ti, como solía,
del áspero caballero no corrige
la furia y gallardía,
ni con freno la rige,
ni con vivas espuelas ya leaflige.
Por ti, con diestra mano
no revuelve la espada presurosa,
y en el dudoso llano
huye la polvorosa
palestra como sierpe ponzoñosa.
Por ti, su blanda musa,
en lugar de la cítara sonante,
tristes querellas usa,
que con llanto abundante
hacen bañar el rostro del amante.
Por ti, el mayor amigo
le es importuno, grave y enojoso;
yo puedo ser testigo,
que ya del peligroso
naufragio fuisu puerto y su reposo.
Y agora en tal manera
vence el dolor a la razón perdida,
que pozoñosa fiera
nunca fue aborrecida
tanto como yo dél, ni tan temida.
3. Garcilaso de la Vega, “Escrito está en mi alma vuestro gesto” (Soneto V)
Escrito está en mi alma vuestro gesto,
y cuanto yo escribir de vos deseo;
vos sola lo escribisteis, yo lo leo
tan solo, que aun de vos me guardo en...
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