rene descartes
Pero también es posible dudar de nuestra razón: cuántas veces nos equivocamos resolviendo cualquierproblema, o siguiendo razonamientos de tipo lógico o matemático. Si nos equivocamos alguna vez, sería posible también que nos equivoquemos siempre, y pensemos que razonamos de un modo correcto, cuando enrealidad vivimos en el error permanente.
Pudiera parecer que es exagerado dudar siempre de los sentidos y la razón por el hecho de que éstos fallen alguna vez. Sin embargo, sí cabe plantearse hipótesisteóricas que lleven la duda más lejos. De hecho, argumenta Descartes, no somos capaces de distinguir la vigilia y el sueño: todo lo que percibimos y razonamos mientras soñamos nos parece tan vívido yreal como lo que experimentamos despiertos, y no somos conscientes de que estamos soñando. ¿Acaso no podría ser la vida un mero sueño, una ilusión? Ni siquiera tenemos la certeza de que el mundo realque percibimos exista realmente.
Llevando la duda hasta los límites más insospechados, Descartes se plantea aún otro motivo para dudar: ¿Y si existiera un genio maligno dedicado exclusivamente a queme engañe, es decir, a que perciba el mundo permanentemente de un modo erróneo, y a que cada vez que razono me equivoque? La hipótesis del genio maligno nos deja completamente inermes e indefensosante la duda, y aunque parezca una posibilidad inaceptable, hemos de entenderla dentro del proceso cartesiano de búsqueda de la verdad.
La formulación del cogito no es del todo novedosa. Ya SanAgustín (siglo IV d.C.) había escrito “si fallor, enim sum”. Sin embargo, lo que sí es original y particularmente importante es la función que desempeña el cogito en la filosofía cartesiana. Es la...
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