Isla misteriosa
Lo único quesorprendía era una columna dehumo que de vez en cuando se veía desde el mar, pero no se podía saber de dónde venía.
Una vez, un barco perdido vio la isladesde lo lejos. El capitán sesorprendió poruqe no pudo ubicarla en sus radares.
Le preguntó a la tripulación si sabían de ella, yaque la mayoría eran marinerosexperimentados que conocían esasaguas muy bien.
Nadie se animaba a opinar sobre el tema y no les gustó cuando el capitán quiso bajar en la isla.
Algunosmarineros sabían de una maldición, otrospensaban que había un tesoro escondido. El capitán sospechaba de la existencia de sirenas…pero nadie podía confirmarlo.
Elcaiptán dio la órden de bajar. Poco apoco fueron recorriendo la isla y notaron que en lugar de arena, había oro en polvo! Los marineros enloquecieron de alegríay comenzaron a llenar todos susbolsillos con el preciado metal. El barco estaba tan lleno de oro que casi podía mantenerse a flote.
Cuando ya estaban casipor partir, vieron un cartel que decía: “Elque mucho lleva, mucho deja.”
No entendieron esta frase y apuraron su partida. Al rato se escuchó un feroz rugido ylentamente la isla comenzó a cubrirse de unalava pegajosa y caliente.
Ningún marinero pudo escapar, salvo el capitán, que logró huir en una balsa.Desesperado por la situación, logró entender el mensaje.Juró nunca más volver allí ni rebelar el secreto de la isla a nadie para no repetir esa horrible experiencia.
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