ingeniero
Leyendo los blogs “El Ocio” y “Un Chingo de Nada“, casualmente y casi al mismo tiempo encontré estas dos entradas, tituladas“Capacidad Cerebral” y “De dulce y sal me sujetó“, que bien pudieran ir relacionados.
En el primero se habla de la capacidad cerebral de interpretar frases en los que algunas grafías se hansustituido por números que tienen una forma similar. A mí, en lo personal, me sorprendió no haber batallado tanto como esperaba para leer los párrafos que ahí se ejemplifican. Cabe destacar que los párrafosestán escritos usando sólo letras mayúsculas. Supongo que el hecho de que los números sean del mismo tamaño que las letras hace que la lectura no sea tan difícil.
En el segundo… bueno, se trata delotro extremo, llevado —valga la redundancia— a un extremo aún mayor. Si bien es sorprendente la capacidad humana de deducir lo faltante en algo que está incompleto —a diferencia de una PC—, tambiénes sorprendente la capacidad humana para no entender que lo anterior sirve cuando un mensaje se ha roto, y no se debe (ab)usarse para generar mensajes rotos… constantemente.
Es hasta cierto puntocomprensible intentar ahorrar tecleo cambiando ciertas frases (no palabras) largas comunes por abreviaciones, como “también” por “tb”, “por qué?” por “pq?” y “no hay problema” por “np”, en especialcuando en una mano tenemos una hamburguesa. Nótese que en el caso de “también”, lo que comprendo es la abreviación cuando se usa como única palabra en la frase, y no elemento de otra frase más extensa.Algunos de los vicios “escriturales” que más comúnmente he visto:
Escribir “fonéticamente”, cambiando las cu y las ce por kas, cambiando eses por zetas, etc. (Sí, me parece estúpido lo que hacecierto periódico local en nombre de la mercadotecnia. Creo que pudieron hacer algo mucho más original.) Cada letras tiene su función: es como obligar a alguien que parta un bistec con un tenedor,...
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