Alan dominguez

Como individuos sociales, como miembros de nuestras empresas y como profesionales de la consultoría no podemos dar la espalda a una realidad que, afortunadamente, surge con fuerza y empapa cada vez más nuestras vidas. La integración de personas con discapacidad intelectual en ámbitos que, hasta hace nada, estaban cerrados, amurallados y vetados a estos; es un hecho que comienza a consumarse ennuestro siglo, en el siglo de la globalización, de la cercanía y mescolanza entre culturas, en el que se trabaja por la igualdad entre hombres y mujeres y en donde la diversidad ya no es un problema, sino fuente de riqueza social y, cada vez más, empresarial.

Si andamos con los ojos vendados seguramente nos daremos de bruces con la pared de una realidad patente: los discapacitados intelectualescomo un nuevo valor en nuestra sociedad y empresa. Como seres sociales tenemos la responsabilidad de acoger entre nosotros a aquél que es diferente. Tirar abajo las barreras que impiden a la gente discapacitada desarrollar una vida plena y explotar sus ganas de vivir, su potencial latente; es una necesidad inminente. Muchos todavía prefieren hacerse los “ciegos”, negar las evidencias de nuestraépoca. Una época formada por individuos que, cada vez con más intensidad, gritan y reivindican por y para la integración de las personas con discapacidad intelectual tanto en la sociedad como en la empresa.
En el mundo empresarial todavía quedan "ciegos", pero es indudable que la incorporación de este colectivo a la actividad laboral está siendo evidente. Hoy en día han tomado ventaja aquellasempresas que han comprendido que la diversidad y una buena gestión de la misma, puede traducirse en una ventaja competitiva en un entorno hostil como el que se nos presenta. En términos de marketing, además, podríamos afirmar que una buena comunicación de las acciones que haya llevado a cabo la empresa en pro de la integración de personas con discapacidad en su seno, mejora exponencialmente su imagende marca, tanto interna (frente al personal de la empresa) como externamente (cliente, proveedor y sociedad en general). De todos modos, quiero pensar que los empresarios, aquellos sobre los que recae la responsabilidad de tomar decisiones a este respecto, no basan éstas únicamente en los beneficios que este tipo de acciones puedan suponer para sus compañías. Si esto fuera así, solo habríandescubierto uno de sus dos ojos y verían la realidad unilateralmente. Quiero pensar que, más allá de las obligaciones legales o los beneficios como marca, los empresarios adquieren un verdadero compromiso social. Quiero pensar que creen verdaderamente en la incorporación de personas con discapacidad al ámbito de la empresa. No olvidemos que la empresa es un reflejo de la sociedad y viceversa. La empresadebe hacerse eco de la realidad social y a la vez ser vanguardista y dar ejemplo a la sociedad.

Y nosotros como consultores ¿cuál debe ser nuestro papel? Como consultores, como personas, como seres humanos, debemos ser sensibles y formar parte activa de esta realidad. La empresa nos ofrece la oportunidad de comenzar a recorrer un camino que, no será fácil y en el que de poco nos servirán éxitosprofesionales anteriores. Para comenzar a caminar tenemos que hacer una cura de humildad. Reconocer, la mayoría de nosotros, que no sabemos nada sobre este colectivo, estos nuevos trabajadores. Acercarnos a instituciones que llevan años educando y formando a personas con discapacidad intelectual para mejorar su calidad de vida y procurarles un futuro esperanzador e íntegro. Debemos formarnos aconciencia para hacer frente a este nuevo reto social, empresarial y profesional.
Como individuos sociales, como miembros de nuestras empresas y como profesionales de la consultoría no podemos dar la espalda a una realidad que, afortunadamente, surge con fuerza y empapa cada vez más nuestras vidas. La integración de personas con discapacidad intelectual en ámbitos que, hasta hace nada, estaban...